LOS EVANGELIOS

William Tyndale, primer traductor de los Evangelios al inglés

Redacción.- William Tyndale fue uno de los principales líderes de los reformadores religiosos del siglo XVI, ostentando el honor de ser el pionero en editar una traducción al inglés del Nuevo Testamento. Tyndale (1494-1536) nació en North Nibley, un pueblo ubicado a unos 20 km de Gloucester, y murió en Vilvoorden, a poca distancia de Bruselas. Estudió en Oxford y Cambridge, y llegó a dominar hasta ocho idiomas. Se tituló en teología y fue el primero en aprovechar la invención de la imprenta de caracteres móviles ideada por Gutenberg con el objetivo de imprimir las Sagradas Escrituras en inglés. Asimismo, promovió la edición de textos que, en su momento, eran considerados heréticos tanto por la Iglesia Católica como por la Iglesia de Inglaterra, incorporando algunas de estas perspectivas a su propia edición del Nuevo Testamento en forma de notas. Ello suscitó la prohibición de su traducción por parte de las autoridades eclesiásticas y la ejecución del propio Tyndale, que fue condenado a morir en la hoguera a instancias de Enrique VIII.

En la época de Tyndale, el pueblo llano estaba excluido de la educación superior, los estudios se realizaban en latín y estaban prohibidas la traducción y lectura de la Biblia en lengua vernácula, salvo que hubiese cursado un permiso el episcopado a este respecto. Había precedentes en el sentido de que, por atreverse a contravenir esta ley, gran número de lolardos acabaron en la hoguera por leer y distribuir la Biblia de John Wickliffe, una versión inglesa de la Vulgata. Además, los aires que procedían de la Europa continental, de la mano de la labor reformadora de Lutero, hacían que se sembrara gran inquietud en la Iglesia Católica de Inglaterra. Así las cosas, William Tyndale llevó una carta de presentación al obispo Tunstall, simpatizante de Erasmo, en defensa de su proyecto; sin embargo, para sorpresa suya, ni la carta de presentación ni la solicitud por escrito para una entrevista tuvieron respuesta. A Tyndale se le conocía por sus críticas contra la ignorancia y el fanatismo de los eclesiásticos. Posiblemente todo esto hizo que el obispo Cuthert Tunstall rechazara recibir a Tyndale.

No pasó mucho tiempo cuando Tyndale vio la necesidad de marcharse de Inglaterra si quería conseguir su meta: traducir al inglés el Nuevo Testamento. Así pues, en 1521 se fue de la isla para nunca volver. Halló asilo en Alemania (se desconoce el lugar, aunque los indicios apuntan a Hamburgo). Con la ayuda económica de Monmouth, un comerciante amigo suyo, pudo imprimir las Escrituras Griegas, confiando esta labor a Quentall, de Colonia. Un enemigo llamado Dobneck, conocido por "Cochlaeus", al tanto del asunto, comunica a un amigo del rey Enrique VIII lo que se pretende hacer; enseguida se hacen las gestiones para que se prohíba la impresión de Quentall de la versión de Tyndale. Este y su ayudante William Roye escapan para salvar la vida, retomando de nuevo el trabajo de impresión en Worms, donde por fin se puede concluir y consigue imprimir la traducción al inglés del Nuevo Testamento.

Una vez conseguido su propósito, se planteaba la ardua tarea de introducir en Inglaterra el Nuevo Testamento, lo que al fin consiguió por medio del contrabando en mercancías de barcos con destino a la isla. Los envíos que se interceptaban iban directamente a la hoguera (los agentes eclesiásticos estaban decididos a impedir la entrada de la versión de Tyndale). El 11 de febrero de 1526, el cardenal Wolsey, acompañado de obispos y prebostes, se reunió cerca de la Catedral de San Pablo de Londres, para ver cómo se quemaban varios libros y publicaciones, entre ellos ejemplares del Nuevo Testamento de Tyndale, en una clara advertencia hacia todo aquello que se opusiera a la Iglesia. Tyndale realizó nuevas ediciones de su versión, que fueron sistemáticamente confiscadas y quemadas por el clero.

Entre 1526 y 1528 reside en Amberes, alojándose en casa de su amigo y benefactor Thomas Poyntz y permaneciendo a salvo por un tiempo de las intrigas del cardenal Wolsey. Duraría poco, pues un tal Henry Phillips (inglés) logró ganarse la confianza de Tyndale y lo traicionó en 1535, arrestándolo y encarcelándolo en el castillo de Vilvoorde, donde permaneció preso dieciséis meses.

La comisión que juzgó a William Tyndale, estaba compuesta por tres teólogos de la Universidad Católica de Lovaina, donde había cursado estudios Phillips (el traidor), tres canónigos lovanienses y tres obispos, además de otros dignatarios. Se le condenó por herejía y fue suspendido del sacerdocio católico. Fue ejecutado por estrangulamiento y luego quemado en público el 6 de septiembre de 1536.

Entre las principales novedades de la traducción de Tyndale destaca el uso de un lenguaje accesible y clarificador en inglés; el hecho de que insistió en emplear "congregación" y no "iglesia", a fin de destacar que se refería a los 'fieles' y no a los 'templos'; que tradujo el vocablo griego "agape" por amor, en lugar de la tradicional caridad; que sustituyó el término sacerdote por anciano y de hacer penitencia por arrepentirse (con lo cual despojaba al clero de su pretendida autoridad sacerdotal). Tampoco aparecen expresiones como purgatorio, penitencia, confesión auricular, etc.

La traducción de Tyndale fue todo un desafío en una época donde imperaba el fanatismo religioso, por lo que cabe considerarlo un auténtico documento de libertad espiritual e intelectual.